Aquí tienes mi tiempo y el tuyo
una tachuela para cubrir la paranoia
nubes perforadas, debo dejarte; resplandecíamos
y yo seguí botando desperdicios, lanzándolos al aire,
nadie es como tú hombre de brazos anchos,
duerme
miseria de aire caliente que alguien detenga la ruleta en
bajada
boca chueca, nariz chueca, gente sana me pide que la
envidie,
la ruleta no se detiene
mano grotesca y perfumada, regalos de pus, falta de huesos
en los nudillos,
ayúdame, ten una espada de doble filo y dile que deje de
mirarme,
tú no me sigas, también aléjate, ¿de qué te asombras?,
¿quién es la víctima?,
nadie nos ve y ya amanecerá, mis vista se contrae,
conversación al aire
Todos deberíamos irnos a partir de abril
Laberintos empalmados, el azar son los encuentros, tira los dados:
un par de libélulas, música púrpura, pétalos, paraíso sin
paisaje
no soy quien habla contigo, lago de vidrio, dominó de
espejos, balazo en la frente,
muslos entrelazados, lenguas, abrazos con toda la
palma,
aparento saltar y una familia me habla de Dios;
son sólo rostros que olvidaré, es mi letra, soy inconexa.
Cuando toque a mi puerta el diablo, ¿quién responderá?
(abril 2004)