viernes, 25 de julio de 2014

Algo bonito

- ¿Qué opinas de la frase: envidia de la buena?
- No existe, es envidia y ya. -Señalé tajante y sin titubear.
Y  me quedé pensando en todas las acciones que al añadirle adjetivos quedan saldadas ya ante cualquier juicio moral o crítica, o lo que podría llamarse eufemismo del comportamiento: Mentiras piadosas, artista emergente, sexo con amor, no es gordo tiene huesos anchos... 
En eso estaba cuando me hizo otra pregunta: - ¿Y tu y yo qué somos?, porque me dicen que si novios o que si eres mi mujer... Me apresuré a responder: Diles que soy algo bonito, y ya. 
Alcancé a escucharlo entre dientes: "me encantas por práctica", mientras yo me perdía de nuevo en mi diálogo interno, en eso de no querer nombrar las cosas, restar importancia por si algo sale mal, sí, algo bonito, sí eso suena bien.

martes, 15 de julio de 2014

Me agüita la lluvia


Hicimos un viaje a Puebla con los equipos de fútbol rápido del Montessori Jalisco. Yo les duplicaba la edad a la mayoría de las niñas, y el coach me puso a cargo de ellas. Ya de regreso, en el camión, mientras casi todos iban dormidos, también los varones y el grupo de infantiles, exhaustos, después de un torneo maratónico de fin de semana, en el que cada uno teníamos tres partidos por día, se me acerca la portera y me despierta para decirme que quiere ir al baño y que el sanitario del autobús está clausurado; sólo atiné a decirle: No te preocupes, ya falta poco para llegar, una media hora, - y agregué- mientras puedes pensar en otra cosa para distraerte, por ejemplo ¿has ido a la Cascada de Basaceachic en Chihuahua o a la de Cola de Caballo en Monterrey?, o puedes imaginarte el río, el mar, una fuente llena de agua que suena como este termo (y lo empecé a agitar). Ella trataba de interrumpirme y decirme que me callara mientras cruzaba las piernas, pero añadí, con entusiasmo: Ah ya sé, ¿en el kínder no te ponían la canción de la lluvia?, mira –indiqué- comienzas con un dedo golpeando tu palma, luego dos, y así hasta que vas aplaudiendo, simulando el golpeteo de la lluvia. Desesperada, suplicaba silencio y yo la sujeté del brazo para que no se fuera a otro lugar, y continué, ahora cantando: Lluvia cae, lentamente sobre mí, qué más da, si contigo soy feliz, ay ay ay me estoy enamorando…
Seguí con temas sobre inundaciones y tormentas y luego algunos datos acerca de los riesgos para la salud que tiene el “aguantarse”, el daño a los riñones, etc., hasta que, situación penosa, se orinó.
Pocas veces puede ser uno tan creativo y no iba a desaprovechar esta oportunidad, en fin, pasados cuatro minutos llegamos a una caceta donde bajó, llorando, a cambiarse la ropa.

viernes, 11 de julio de 2014

Un desayuno de trabajo


La semana pasada desayuné con un amigo burgués, perteneciente a una de las familias más connotadas de Jalisco. Platicamos de la comida del lugar, de vinos, un poco de política y de sus negocios, así como de su más reciente viaje a Maui, lo que por supuesto hizo volar mi imaginación, sorprendiéndome distraída o "en la luna" pensando en las olas y en los surfistas quienes sin duda siempre harán aún más bellas las playas.
De entrada pedimos una panela asada al pesto, tomates rellenos de marlin con tocino frito y luego lo típico: jugo, fruta, café, huevo, etc., muy rico todo, el lugar estaba lindo y ya saben: mantelitos, atenciones y además la buena compañía, eso hace que todo sepa mejor.
Llegamos al tema del arte y su visión me reveló una cuestión incómoda pero interesante a la vez, confesándome que se ha vuelto un fanático de lo conceptual, principalmente por una razón que comparte con varios de sus colegas: El desprecio a los artistas.
Hubiera querido llevar una grabadora para guardar con exactitud sus palabras, pero más o menos trataré de apegarme a lo que dijo: "Mientras nosotros prácticamente nos partimos la madre trabajando en cosas productivas, ustedes nos han vendido una idea que no nos ha resultado redituable, así que una especie de venganza es el comprar lo menos funcional posible del mundo y fanfarronear con este tipo de arte llamado conceptual o moderno o como quiera que se le diga sobre todo a los ready made. ¡Los estamos boicoteando, artistas, y es porque estamos celosos o enojados con ustedes!, y entonces esta inversión que ya sabemos perdida, al menos nos ha resultado muy divertida".
Habló sin tapujos, con cierta malicia y sonrisa infantil, agregando que su hipocresía ante el arte ha encontrado un nicho en quienes también son hipócritas ante lo que hacen, y pues que en esas circunstancias nadie engaña a nadie.
A pesar de que soy disidente de esta corriente artística denominada conceptual, en la que contadas veces he visto atisbos de brillantez, la visión del empresario realmente me perturbó, sin embargo, cómo contradecirlo si un cubo de hielo o un hoyo en la pared resultan ser lo último de lo último en el terreno del arte, siendo entonces cuando las ocurrencias sobrepasan la propuesta, o como diría Avelina Lésper, cuando debes preguntar si el extinguidor no es parte de la exposición.
Sin duda fue muy respetable su punto de vista, luego hablamos del poder de la economía y ahí casi no entendí pero sí se lamentó de cómo han jodido a muchas familias al ponerles a los empleados horarios de trabajo de doce horas "a discreción", a cambio de un sueldo mínimo. Ya por último, como postre y aligerando la despedida, retomamos el tema de Maui y los surfistas.
Debo agregar, en el tono que utilizan en un confesionario, que terminó comprándome cuadros del arte que ahora quieren denominar convencional, y todo porque, una vez valorado su juicio, agregué que ese lote de pinturas que llevaba bajo mi brazo tenían que ver con el tema de la revaloración de un jabón zote en su más puro estado, significando una involución a mi infancia, cuando todos sabían hacer esculturas con este noble material y yo ni eso y ni legua de taquito, lo que me provocó un trauma y un desapego a mis compañeros del salón, momento crucial en el que decidí convertirme en artista.

jueves, 3 de julio de 2014

Casual


Hay un día en la vida en que pareces estar de moda, todo se junta o se te juntan, los dos novios que tuviste, te buscan a la misma hora, mientras estás con el tercero en discordia, que no entiende nada pero está a tu lado por ahora, y te pregunta: ¿por qué te quedas conmigo? y respondes: No sé, yo sólo pasaba por aquí.




Juicio de valor

Se cayó un telón de navaja
afiló mis cabellos y me puso alerta
Dios me invitó a rezar
yo sólo quería pintar de estrella las paredes
navegar
                                            aferrada de uñas.


Amen de amor, no de final ni gracia
aborrecemos a Ícaro por demostrarnos que caer es un desperdicio
e intentarlo también
de qué vale la ilusión cuando ensanchamos en nuestro estómago la raíz del abismo,
el lodo en que los cerdos te chupan
(quitaron sus dientes por decencia, no son salvajes
 y aparearon sus muelas por encargo, para que ya no chillen).


Resbalar es morir. Levantarse, hundirse de nuevo.