sábado, 23 de noviembre de 2013

Desconectada


Tenía dos años sin entrenar hockey, llegué a la pista y el coach me puso a prueba. Al finalizar un ejercicio en el que mi técnica era visiblemente más producto de la "cáscara" que de una formación, me dijo: "Te voy a pedir algo: olvida todo lo que sabes, vamos a comenzar de nuevo, de cero, ¿te parece?" (A mí me pareció lo más romántico que jamás me han dicho) Asentí con la cabeza.
Luego tomó mi stick y me pidió que me acercara mucho, que juntos daríamos los pases, me dio instrucciones precisas sobre no temer, sentir el puck en el blade, saber recibir de forma natural, despacio, no pasa nada, aquí estoy, sígueme, sigue mi movimiento, ¿sientes?, poco a poco podemos ir más fuerte, vamos, quiero que estés segura, confía, eso es, así, tranquila, con ritmo... Mi corazón empezó a palpitar tan fuerte que me dio pena que pudiera escucharlo, mientras en mi mente una voz gritaba: ¡Concéntrate, es hockey!


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Triturador

No es miedo, 
son los desperdicios
son los demonios que se desatan 
es saber que el odio no mengua 
que algo funcionaba lo mismo que nada.

Rasúrate la piel, que tienes barba de leche
cuadro por cuadro, tu cerebro de granate
bello y decorativo, estriado y poroso de espalda
eras grande, para no abrazar más que a la almohada
para encender tus rayos,
malhumorado
inquisidor, juicioso, perro del catolicismo enrevesado
lengua de fuera, panza de fuera, llanto de fuera
me encabalgabas tus vacíos de juguetes
y a tormenta tu multicolor de luto
martillos en mis rodillas
ojalá los arranque para quebrar tus tazas
fondo sin forma,
residuos que se van
ya púdrete, costra, piedra en el zapato,
amor saciado.