sábado, 31 de agosto de 2013

Juicio de valor


Se cayó un telón de navaja
afiló mis cabellos y me puso alerta
Dios me invitó a rezar
yo sólo quería pintar de estrella las paredes 
navegar
                                            aferrada de uñas.


Amen de amor, no de final ni gracia
aborrecemos a Ícaro por demostrarnos que caer es un desperdicio
e intentarlo también
de qué vale la ilusión cuando ensanchamos en nuestro estómago la raíz del abismo,
el lodo en que los cerdos te chupan 
(quitaron sus dientes por decencia, no son salvajes
 y aparearon sus muelas por encargo, para que ya no chillen).

Resbalar es morir. Levantarse, hundirse de nuevo.



lunes, 26 de agosto de 2013

Violencia sugerida

1.
Nos sorprenden los hechos cuando nos vemos violentados, pero no hacemos nada, punto y seguido y mantenernos despiertos para ir al trabajo, de eso se trata la vida, de ser útiles, de ser civilizados y también de sonreír (para la foto de familiar).

2.
Y nadamos dentro de nuestro propio cuerpo –desconocido- y pido entonces que un rayo me parta en dos o en tres o en cuatro, y que tres sean ingenieros o gente "práctica" y a mí que me dejen dibujar toda belleza agresiva, toda arma que me mantenga en calma para evitar romper el lienzo a cada pincelada.
                              
3.
Me gustaría que de pronto todos los trastes se quebraran, para así no lavarlos, para que se corten los rastreros con mis pedazos de vidrio y desperdicio y se confundan al barrerlos con odio; como si se tratase de una pieza conceptual.

4.
Llego a una oficina verdosa, llena de idiotas que te cobran los impuestos de una renta por ser humano, y la pago, como buen ciudadano, y le digo al funcionario de escritorio: “Muchas gracias” (mientras mi amabilidad estoica está sangrando en bilis y en úlcera y en esa gastritis recurrente).

5.
El ruido exterior clama justicia, el ruido interior reclama injusticia -violencia sugerida-. Caos reprimido en el sudor de mis manos.

6.
Una película violenta en “mute”. Una señorita glamour sin dientes o de voz chillona o de respuestas inútiles o de enfermedades que no se saben y que se anudan en el caracol de la oreja, en la punta del lápiz o en una serpiente pisada por un tacón del diez; qué mejor que así fuera mi bandera, pisada y fabulosa, eso quiero pintar, ese amor ansiado que te escupe la cara.






jueves, 22 de agosto de 2013

Bitácora y aferramiento 8


Caracol de vidrio, estoy frente a ti, estoy a mi lado, mismos en el mismo cuerpo, jardín bifurcado, sin límite nos fusionamos; procura relaciones donde no temas repetirte, si no te resuelves también confundes, verdades absolutas no, ideas absolutas sí, influencias todas, c´est notre pont–levis, il n´existe pas, hay actos que no llevan sonidos, llena de letras no te quedes en el tiempo, ¡oh llena de gracia!, luna, lóbulo a contraluz, espejo:
-       ¿Alguna vez has estado a punto de morir?
-       Sí, y a punto de no morir también.

Me duelen las piernas y sus genes, no te vayas, acaríciate, mis fantasmas ya caminan con dos pies.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Bitácora y aferramiento 5


Autismo, cabeza de un lado a otro, martillo
hospitales blancos sin almohadas, calaveritas
cosquillas en los labios, su boca es muda y torpe
movimiento a la velocidad de un automóvil, piel en frasquitos
la esperanza está en las rodillas,
en el cuerpo del hombre tras la cortina
yo no tengo clavos en los pies, qué temor, cuerpos de bronce concatenándose
olor a tierra mojada, a manzana y a mandarina
cuatro pisos para volar
el poeta no es un pequeño dios
quiebren los cristales cuando no se pueda respirar
garganta cocodrilo, sonidos agudísimos en la cima de un cráter
estrella, vértigo, se agradece la sed, se demanda la demencia,
un golpe, otro golpe, otro golpe,
danza de ebrios, público de mirones, manchas rojas y negras
las niñas de secadora caminan en puntitas,
cuentan sus desaires con las uñas pintadas de blanco a la mitad, a la “francesa”,
así viven, a medio camino, quisquillosas no quieren mostrar su falta de belleza,
por eso enderezan su espalda tallada en tela barata,
me distraigo:
-       Sí, acepto.

-       Yo también acepto prometer.