martes, 24 de julio de 2012

Habitación de hogar



Qué hay de los días mientras no amanece
debo cansarme o estar muy cansada para no ver
a quién perseguir en la habitación del lodo
cómo ahogarme en el mar que llevo dentro
hay un movimiento, una canción en llamas
metales sostenidos entre mis sienes,
he comprado un lugar donde me siento ajena,
los pasos no se tocan, sólo se alejan,
viene un despertar de luces, ceguera,
la vista fue tan sólo un momento de pánico.

Aeroplanos (7)



La explanada está vacía.
A cierta hora lo inmutable alcanza su mayor pesadez
se levanta un altar para una silla;
en él cae el vacío, crucifijos en la salivación
serpientes
ya se deshojan las paredes y las banquetas
todo es porcelana
y todo está a punto de caerse del buró.
Mis uñas y mis pies crecen, para qué.
Nadie llena su propio espacio.





Aeroplanos (6)


Muerte anticipada:
el goce de la pérdida de aliento
los cocodrilos floreciendo en mi vientre,
la sangre cayendo a cuenta gotas,
 el suero inyectado en los huesos,
ramillete de minúsculas caracolas; gaviota.
La angustia de llenarse de aire las mandíbulas
estacas enterradas entre mordidas de lobos
¡El hielo está hecho trizas!
Miro tu retrato; no te sostengo la mirada
se amoratan mis oídos
se acentúan las venas de las manos
me rasco la cabeza llena de espinas
estoy sobre mi cama
ya no duermo, los hilos de la sábana se han afilado,
respiro, el desgarramiento de sentir marea
porque la calma no la tocan las puntas de mis dedos
¿Por qué a la calma no la tocan?
Sólo hay paredes en los árboles
cóncavos y congelados
escurrimiento y boca
felices para nunca.

Aeroplanos (5)




Hay rubíes atados a las golondrinas,
patines y cuevas en triángulo inverso.
¿Dónde busco los sonidos de una imagen?
Se oscurecen las onomatopeyas
en el orden de una hilera jugo y tinta sobre la cama
y caigo, hasta perder un día.

sábado, 14 de julio de 2012

Aeroplanos (4)


Tus pasos eran lentísimos,
breves sombras sobre jardines,
fuiste todas las juventudes ebrias de belleza
absoluto en la memoria
primate de vientre ralo,
todas las calles de una ciudad enorme
los vacíos que se construyen al volver la vista
la adolescencia amarilla
cuadernos, timbre
y la sonrisa con chocolate entre los dientes
la niebla
los tenis converse
y luego quizás.

Aeroplanos (3)




La humanidad ha perforado el aire,
inmaculada concepción de la muerte,
hay bocas pintadas de oro
culpas e incienso antes del alba
gente que por instinto se muere de azufre,
sudorosos que se restriegan crucifijos en el pecho
hasta clamar una orgía de fervores,
lenguas anudadas
con las que dicen oraciones que ningún ateo entiende:
Maldito hijo qué, no te da vergüenza haber nacido,
Ya ven por Dios santísimo, que voy a reventar tu hocico.

Aeroplanos (2)



Un equilibrio en plural
gorriones ciegos al roce de alfileres
sus huesos, tanto tiritar
brillaba un rojo sobre mi piel imperturbable,
sensación de despertar con arena sobre los párpados
con cáscaras entre los dedos
y sábanas húmedas de fiebre
cascarones de moscas
que deletrean los filos de una música,
pero amanece y es mar.






Aeroplanos (1)



Cada escalón está lleno de pasadizos
si no levantas los pies, el abismo es transparente
y te prohíbes
detenerte en los límites de tus uñas
asomar labio en tus ojos
descubrir la multiplicación de los espejos
fichas de dominó taladran el suave río que contrae tu cara
cuidado con ser cuadrúpedo ciego
es más difícil levantarse que cambiar de rumbo
una vela puede consumir un nido
salvo los aguijones en tu cabeza
los rasguños internos en tus pieles
contesta con tu voz desde la punta de una lengua
escucha cuando hayas caído en la cascada de manos
imagen dantesca
entre la nada y el abismo
s i l e n c i o
se respira la muerte en el aire pegado a la tinta de papel
la boca de un lobo se llena de tijeras
y vidrios y esquirlas y vestidos.